martes, diciembre 14, 2010

Al paso

El mundo es una mentira
que se sostiene
con la complicidad y el trabajo
de una numerosa minoría


jueves, diciembre 02, 2010

Termodinámica de las mesas

Hay nueve mesas en la estación de servicio que provee wifi. El televisor siempre está sintonizado en un canal que pasa música risible o de mierda, como Arjona o Enrique Iglesias. Una tortura que se renueva cada 4 ó 5 minutos.

La conexión es muy buena, aunque cada cierto tiempo se reinicia, y de vez en cuando un perro callejero se tira dormir debajo de una de las mesas desocupadas.

Elegí la mesa debajo del televisor porque quedo de espaldas a la pared para ensayar algo de privacidad y alejado del ventanal que recibe de lleno el sol de la tarde. Me siento de cara al sol para que no refleje tanta luminosidad en la pantalla, pero aún así es casi imposible ver cualquier página o correo electrónico porque todas las luces fluorescentes están encendidas. Se podría decir que te sentás en ese lugar y quedás encandilado, aunque no por su higiene: lo único que no brilla es el piso y las mesas.

Cada tanto se nubla y la visión de la pantalla mejora enormemente. Pero son nubes esporádicas que parecen emular a los clientes de la estación de servicio, que van y vienen con consumos bastante breves. En un determinado momento, sólo una mesa queda ocupada. Se nubla, sale el sol. Se ve, no se ve.

Hay nueve mesas y sólo una está ocupada. Una pareja entra, pide sendos cafés y, por la ley del pelotudo consuetudinario, decide sentarse a ventilar sus intrascendentes problemas personales en notoria voz alta en la mesa pegada a la bolsa de residuos. También la más cercana a la única que estaba ocupada hasta ese momento. Es decir, la mía. Y el pelotudo comienza a contar su triste semana, en un tono alto y monótono que inevitablemente termina generando fastidio.

¿Qué impulsa a las personas a amontonarse? ¿Qué las impulsa a persistir en su condición de pelotudos en desmedro de la paz de los demás?

¿De dónde proviene la energía que hace posible la asombrosa ley termodinámica que lleva a que un sistema busque el equilibrio multiplicando pelotudos con celosa proporcionalidad?

miércoles, diciembre 01, 2010

Fragmento al paso

Disfruto detenerme cuando me lo digas, con gestos o palabras, pues es también tu voluntad la que me escolta en esta singular danza de nuestros deseos.
Gozo demorarme mirándote agitada y reluciente, recortada por mis manos y mi mente, como quién mira las olas antes de zambullirse a que te eleven y te acunen.

Detenerme a ver el mutuo asombro mientras se acumula el deseo de sentir tu boca y tu lengua juguetona sobre mi. Y te ayudo con mi camisa como una excusa, para prologar el encuentro y no devorarte de un bocado, aunque el fuego que agitas en mis entrañas así lo pida a gritos.

Más aún, me demoro o me detengo, como sea tu antojo, para que las incontables sensaciones no se superpongan. Quiero sentirlas una a una, como quiero sentir cada centímetro de tu piel, porque has sabido decir sin palabras lo que ambos deseamos.

Y mientras nos detenemos, o nos demoramos, o recomenzamos, mis dedos repasan tus curvas, tus redondeces, el territorio conocido donde no plantaré aún bandera, y mi boca se hace agua mientras mi mirada recorre el tembloroso bamboleo de tus pezones hipnóticos que aún no he saboreado. Y tus manos también me cargan de estática y cosquilleos, y tu lengua promueve una opresiva presión latiendo por debajo de mi vientre

Quizás la duda no sea más que un freno al ritmo, no al goce. Quizás la duda sea la jactancia del deseo. Yo siento que tu titubeo y tus estremecimientos, tus nervios, son lo más natural de tu perturbadora feminidad y allí encontrarás cómo tu ser te dicte continuar.

viernes, noviembre 26, 2010

olas

las olas

se abalanzan en tropel

sobre la mansa orilla,

provocando a su paso

un estrepitoso

tumulto

de

espuma



miércoles, noviembre 10, 2010

El pelotudo del semáforo

Contrario a lo que muchos creen, el recurrente pelotudo del semáforo no es el que está tan entretenido escarbándose mocos como si fuera un plataforma petrolera que no presta atención al cambio a verde. El pelotudo es el que está en tercera o cuarta fila y toca bocina.

Este pelotudo es el único en el mundo que tiene la viveza para ver que el semáforo cambió. Es el único que está esperando para avanzar. Es el pelotudo que en cuanto el semáforo se pone en rojo se agazapa esperando el momento de tocar la bocina apenas torne a verde.

No está apurado. Es sólo que.... disfruta horrores de ser un pelotudo. Si pudiéramos seguirlo durante varias bocacalles, si valiera la pena, veríamos que el pelotudo tiene por costumbre tocar la bocina cuando se pone verde el semáforo aunque nadie se demore en meter primera.

Este pelotudo claramente ignora que, si una estridente señal fuera necesaria, hace rato que los semáforos no tendrían luces sino sonido.

Pero entonces, este pelotudo por vocación haría señas de luces tan pronto sonara la chicharra.



sábado, octubre 30, 2010

Halloween


El mundo

Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta contó. Dijo que había contemplado desde arriba, la vida humana.
Y dijo que somos un mar de fueguitos.
-El mundo es eso -reveló- un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tanta pasión que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende.

El libro de los abrazos, Eduardo Galeano (2000)

domingo, octubre 24, 2010

déjà vu

Los déjà vu son agujeros de gusano que van de un momento a otro de tu vida, hacia el futuro, hacia el pasado, hacia un hecho posible o algo que pudo ser.

Si pudiéramos retener con frescura ese momento de plenitud sensorial casi extática quizás conoceríamos más de nosotros mismos, de quiénes fuimos, quienes podemos ser, quienes podríamos haber sido.

Los déjà vu son también desacuerdos mentales. Como el ojo y la mano en una mala caligrafía. Como el cerebro y la lengua en un acto fallido. Las memorias bajan en desorden por el sistema límbico y se entrelazan en la conciencia con indefinición temporal y claridad conceptual. Fomentan el deseo del conocimiento, como la perplejidad o la curiosidad. Invitan al caracoleo analítico que desenfunda revelaciones.

sábado, octubre 16, 2010

if you are not here

I saw mountains and valleys,
I saw people and airplanes
I saw whole nights
In transition.

I saw tales of others,
I saw strangers
that would not cease being
What they are.

If you are not here,
plants will still grow,
And if you are elsewhere,
Time will not stop.

I saw the world and I saw seas
I saw clouds and ponds
That would not change.

At the bottom of what they are,
I saw what I had to see,
But I left you,
Waiting for something,
that I was going to say to you.

If you are not here,
plants will still grow,
And if you are elsewhere,
Time will not stop.

I ignored that reality transforms itself
even if I am not there,
I decided to leave and you forgot,
there was still something
that I was going to say to you.

miércoles, octubre 13, 2010

tal vez

Quizás la duda sea

la jactancia del deseo

martes, octubre 12, 2010

laissez-faire



"Cuando vean que para producir necesitan obtener la aprobación de quienes no producen nada; cuando vean que el dinero fluye a quienes comercian no en bienes sino en favores; cuando vean que los hombres se hacen más ricos a través de la estafa que del trabajo, y sus leyes no lo protegen de ellos, pero los protegen a ellos de ustedes; cuando vean que la corrupción es recompensada y la honestidad se convierte en un sacrificio personal; sabrán que su sociedad está condenada"


Ayn Rand

sábado, octubre 09, 2010

Ella

Ella sueña.

Ella no trae la espada.

Ella ni siquiera se imagina hasta que punto podrá volver a sembrar la discordia.

Ella no se prueba, ni por milagros, ni por una retribución, o una promesa, y todavía menos por la escritura.

Ella es ella misma en todo instante su propio milagro, su retribución, su prueba.

Ella se vive, se abstiene de las fórmulas.

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Dulce estratagema

Oración que la llovizna persigue

en la médula del amanecer.

Malgastan sus votos los párvulos de ruegos.

¿Cómo cultivan esos géneros campantes?

¿Cómo fulguran sus cucos somnolientos?

Si agasajan embrollos de astucias,

neutrales, musculosos y sutiles.

condensar sin retablos la desidia

no valdrá la pena.

Cuelgan la ruptura en la congoja y se alejan

insolentes, en carruajes retumbantes

de macumbas y alcanfor.

Pasan sospechando avivar sus pesadillas

Y surcan los colmillos del diván

provistos de fantasía en cajitas relucientes.

No se sacian con ojeras la desdicha

y en el cruce de los truenos bamboleantes

Restan cuando van sobrando,

en su dulce estratagema

para imberbes que cargan cruces de flaquezas

entusiastas del ocaso ineludible.

Hoy se enrolan en visiones pendencieras

como fogatas de niebla que abrasan

en el sendero todo lo que asome.

La clemencia predican con saña


por dos copas y un triunfo falsario

para cantar nefandos menos diez.

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viernes, octubre 08, 2010

Preludio matutino II

Sueña el ojo de Picasso
la urna griega de tu danza
sobre el eje de tus pasos
la esfera celeste avanza

amanece un cielo blanco
me desplomo en picada
sobre los sutiles flancos
de tu espalda despiadada

Con la tinta del deseo
dibujas la luz más pura
mi sombra sigue el meneo
sideral de tu cintura

Bajo el mando de tu aliento
se parte el séptimo sello
beben mis labios sedientos
el tatuaje de tu cuello.













sábado, febrero 20, 2010

HiQ



El mercurio cae y

los gansos afloran ya

con sus quejidos.