sábado, octubre 30, 2010

Halloween


El mundo

Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta contó. Dijo que había contemplado desde arriba, la vida humana.
Y dijo que somos un mar de fueguitos.
-El mundo es eso -reveló- un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tanta pasión que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende.

El libro de los abrazos, Eduardo Galeano (2000)

domingo, octubre 24, 2010

déjà vu

Los déjà vu son agujeros de gusano que van de un momento a otro de tu vida, hacia el futuro, hacia el pasado, hacia un hecho posible o algo que pudo ser.

Si pudiéramos retener con frescura ese momento de plenitud sensorial casi extática quizás conoceríamos más de nosotros mismos, de quiénes fuimos, quienes podemos ser, quienes podríamos haber sido.

Los déjà vu son también desacuerdos mentales. Como el ojo y la mano en una mala caligrafía. Como el cerebro y la lengua en un acto fallido. Las memorias bajan en desorden por el sistema límbico y se entrelazan en la conciencia con indefinición temporal y claridad conceptual. Fomentan el deseo del conocimiento, como la perplejidad o la curiosidad. Invitan al caracoleo analítico que desenfunda revelaciones.