sábado, agosto 26, 2006

La tiranía del verbo

Un mundo donde la vida cotidiana va poco a poco horadando el uso de los sustantivos.
Como la imagen gastada del agua que gasta la piedra.
Los sustantivos están en retirada.
El lenguaje está en recesión.
Los hiperónimos, como la nobleza otrora, han perdido jerarquía.
Han sido reemplazados por el término más conveniente a la ocasión, más la construcción "o lo que sea".
La Cosa avanza y el Coso la sigue.

martes, agosto 22, 2006

La persistencia del usuario

El conductor del informativo de Canal 9 del domingo nos señalaba que luego de las lluvias del fin de semana ‘Muchos usuarios persistían sin energía eléctrica’. En español, el hábito de persistir se ha dejado a agentes inanimados, como en 'la guerra persiste'. En casos en los que un agente animado muestra una conducta o acción continua o reiterada, una perseverancia, el verbo persistir suele conjugarse acompañado de la preposición en para introducir el objeto de la persistencia, como en 'Saddam persistía en su actitud de no rendirse ante las autoridades de la Coalición'. A la luz de esto, cabe suponer que sea cual fuese lo que estaban haciendo, muchos usuarios estaban dispuestos a seguir haciéndolo sin valerse de energía eléctrica, pues tal era su voluntad. O bien que los usuarios sin energía eléctrica (¿usuarios de qué?) persisten, perviven, como las guerras y plagas en Asia, el hambre en Tucumán o los horrores gramaticales y sintácticos en los medios nocivos de comunicación.

Estupidez urbana



(Reflexión casi atónita a un episodio que roza la sandez absoluta.)

Un hombre corre en torno a una plaza casi desierta, en sentido contrario a las agujas del reloj (cf. Hannah y sus hermanas), bajo el implacable sol del rutilante mediodía estival. Lleva en su mano derecha una botella de agua mineral y en la izquierda una correa para tirar rítmicamente del cuello de un perro oscuro. El animal mencionado en segundo término corre penosamente con la lengua afuera, denunciando claramente que lo agobia la transpiración y lo insensato de la situación, al tiempo que el tipo lo arenga: ”¡Vamos, que es regenerativo!”
De ajedrez, de prólogo, de puertas, de autor, de visitante, de local.
Toda apertura es un corvo signo de interrogación del que hay que salir antes de saltar hacia el punto y aparte.